DONDE LAS EMOCIONES SE BEBEN EN COPA CHARDONNAY
Una historia de amor, orgullo,
cicatrices mal cerradas y mucho sarcasmo.
De esas que arden dentro y joden con estilo.
Las que dejan resaca emocional y luego culpan al tequila. Señorita es una mujer que dice tenerlo todo claro
…menos cuando aparece él.
Un melón con patas no apto para el consumo, diría ella.
Un ex casi algo que no sabe irse del todo,
pero que siempre vuelve a medio gas.
De eso va esta historia. De cuando odias a alguien con todas tus fuerzas que sólo te quedan dos opciones: bloquearlo o follártelo.
Spoiler: Ella ya lo ha hecho.
Tú sólo tienes que averiguar el qué.
El secreto de
mi caos literario
No tengo una fórmula mágica. Nunca la he tenido ni pretendo alcanzarla. Sólo sé que las emociones, si no se gritan, se escriben. Y, a veces, aprendí a escucharlas. Aquí no hay recetas ni croquetas de tu madre. Aquí hay verdad. Cruda, vulnerable…y con un toque de rabia mal digerida.
¿Quién soy?
Me llamo Laura y, entre tú y yo, no sé estarme quieta. A ratos intensa, a ratos dramática. Incorregible, sarcástica e intuitiva. Si algo arde, lo escribo. Y si duele…también.
¿Qué escribo?
Historias que se tatúan bajo la piel. Sobre mujeres que no se callan y no piden perdón por sentir, sobre hombres que se rompen y lo admiten, y sobre la vida cuando se pone chula.
¿Por qué escribo?
Porque si no lo hago, algo se me muere por dentro. Escribir no es una elección. Es una necesidad. No va de musas: va de heridas, de rabia y de amor. Escribo para sobrevivirme.
¿Qué vas a encontrar?
No te prometo finales felices. Pero te aseguro que cada frase tendrá verdad, ironía y alguna que otra herida disfrazada de risa. Si ríes y sangras un poco: bienvenid@.
Lo que no cuento
en voz alta
No siempre sé lo que estoy contando hasta que lo releo. Y a veces me sorprendo a mí misma. A ratos escrito sin filtro, a ratos con el corazón modo francotirador activado. No pretendo convencerte. Sólo deseo que leas una frase y pienses: ‘Joder…esto también me pasa a mí’. No estás sol@.
Un café con leche
Hay días que no duelen, pero se recuerdan. En los que no pasa nada, pero pesan. Me los bebo con leche, café y un poco de azúcar. Y con una sonrisa. De esas que no olvidas.
No es para tanto
Lo que duele se mastica y se traga. En este caso, se mastica, se traga y, luego, se escribe. No conozco otra forma de vivir y amar. Cierto que no es para tanto. Es por y para todo.
Drama out. ¿O no?
Escribir es la manera sutil de decir, entre líneas, lo que te mueres de ganas por decir en voz alta. O gritar a los cuatro vientos. Si te das por aludid@, puede que lleves razón. O no. O sí.
Silencios de guerra
Hay verdades que se camuflan entre metáforas con mala leche. No hay mentira en lo que se escribe, se borra y se vuelve a escribir. Sólo hay heridas que duelen…bonito.
Aquello que escribí para guardarlo en borradores. Lo que se piensa a las 3 a.m. y se olvida con el tercer cubata. Verdades con rímel corrido. Desde el caos, con amor y sarcasmo gratuito